La reducción de peso entre los hombres obesos disminuye el riesgo de desarrollar una forma agresiva de cáncer prostático, sugirió un nuevo estudio: otra razón más para que los varones eviten acumular kilos adicionales en las fiestas de fin de año.
Tras observar el peso de casi 70.000 hombres entre 1982 y 1992, investigadores de la Sociedad Estadounidense del Cáncer y del Centro sobre la Próstata de la Universidad de Duke descubrieron que los hombres con una pérdida superior a cinco kilos tuvieron un riesgo menor de contraer el cáncer agresivo de próstata que los varones con el mismo peso durante una década.
Estudios anteriores han mostrado que los hombres obesos tienen un proclividad mayor a desarrollar el cáncer prostático agresivo.
La nueva investigación es en principio la primera en señalar que la pérdida de peso puede disminuir ese riesgo.
En el estudio _divulgado este mes en la institución Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention_ los científicos analizaron la altura y el peso de los hombres bajo estudio en 1982 y 1992 y después cada tres años hasta el 2003.
En ese tiempo, al menos 5.200 de los hombres _más del 7%_ tuvieron cáncer de próstata.
Entre esos casos, casi uno de ocho tuvieron una forma de cáncer que era agresiva pero sin difundirse a otras partes del cuerpo.
En el descubrimiento principal del estudio -enfocado en esos casos agresivos- los varones que perdieron al menos cinco kilos de peso tuvieron 42% menos de posibilidades de desarrollar esa forma de cáncer prostático que los hombres que conservaron el mismo peso.
“Que sea exactamente el 40%, no lo sabemos, pero disminuyen su riesgo cuando pierden al menos cinco kilos. Tenemos confianza, al menos en esta población (de la muestra), de que (la cifra) fue verdadera'’, dijo la investigadora que dirigió el estudio, médica Carmen Rodríguez.
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